Era un día como cualquier otro y al abrir la puerta de la casa, como casi siempre, aparecían los dos gatos muertos de hambre dispuestos a tomar su desayuno.
Digo casi siempre por que no todas las veces aparecían los dos gatos pues el más pequeño, Panchito, noche sí y noche también, descubría un nuevo escape por dónde huía para pasar toda la noche, en el lote vecino que está sin urbanizar y lleno de maleza que lo hace muy apetecible a los ojos de un gato, jugando con otros gatos, cazando ratones o simplemente de picos pardos.
Bricolaje Fácil con tiestos plástico
Amistad
Haciendo una limpieza del lote aludido. |
- Y por dónde se iba?
Salto hasta el muro para acceder al árbol. Segundo lugar de fuga bloqueado. Unas tejas cierran el acceso al árbol. |
Del árbol al tejado y de ahí al lote. Primer lugar de fuga: Botellas de agua, fanta o refresco para desactivar sus garras. Escape Cerrado |
Bricolaje Fácil con tiestos plástico
La simple colocación de unos tiestos vacíos bastan para confundir al felino y que éste no pueda mantener el equilibrio. Tercero y último escape. Se acabaron las fugas, por ahora... |
Vista del tercer punto álgido, los soportes de la manguera. Con un ágil salto accedía al muro. |
Panchito (cola negra) con su amigo de aventuras, cada uno otea desde el muro de su lote. |
Panchito
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